C uando se iniciaba este
siglo nos encontramos en
L as calles de Cartagena y desde ahí siempre
A lgo había para contar, compartir y discutir;
U n buen día compartiste con nosotros y
D esde entonces te volviste
alguien de casa,
I maginabas situaciones que casi siempre
A lcanzabas por ser simplemente descomplicada.
M uchas veces nos distanciamos, pero siempre por
A lguna circunstancia nos reuníamos nuevamente,
R ara vez incumplías los fugaces encuentros
I maginariamente estabas en todas las mejores
A ctuaciones y esperabas tu turno para
C on alegría y sencillez
lograra lo alcanzable.
A lgún día de noviembre de repente una muy
R ara hemorragia te envió a
la clínica en donde
D iferentes galenos, dieron un fatídico diagnóstico,
O rta, útero, ovarios entre
otros, se habían por ahora
N egado a repeler esa
maligna célula que
A hora hacia parte de su ser, sin pedir permiso.
H umana vivir fue su E.P.S y en donde laboraba
E lla siempre recibió una
esmerada atención
R odeada en todo momento del cariño y amor de quienes
N unca te hemos olvidado y
siempre te evocaremos y
A pesar de los años,
perduraras y por ello
N unca, aunque no estes físicamente con nosotros,
D esecharemos tu imagen ni
tus momentos especiales;
E stamos esperando el
momento en que aquel gran
Z umbido nos anuncie nuestro definitivo encuentro.