L ejos de imaginar que la vida le depararía
U n sinnúmero de situaciones, por decir lo menos
I ncómodas,
cómo perder a su amada esposa
S egún los
galenos de la época, víctima de un cáncer
A lbergado en su hígado, que muy pronto le cobró factura.
L a vida
debía continuar y junto a sus tres hijos,
F ormalizó
un nuevo hogar, en el que procreaste
O tros tres
retoños que crecieron juntos, siempre
N avegando
entre notas musicales que emanaban
S ofisticadamente
de su ser al ejecutar su guitarra,
O rgulloso
de su talento que cultivó durante su vida.
M uchas
veces amenizó, reuniones y tertulias que siempre
O rganizaban
sus amigos entrañables que conocían de su
N atural y original talento en general para la música;
T ambién
supo combinar con tacto y maestría su
O ficio
principal, con otro no menor que le suministraba
Y
aportaba los recursos suficientes para sacar adelante
A su
familia en la que algunos heredarían, su talento para
U n día
ejecutar con profesionalismo y maestría, desde
R equintos,
tiples, guitarras y otros instrumentos de cuerda,
R ecorriendo
el país y parte de las Américas, llevando
E sos
acordes musicales que desde muy niños siempre
G eneraron
gran admiración por su padre; hasta que el
O caso de
este llega irremediablemente. Allá nos encontraremos.