M atrona en
todo el amplio sentido de la palabra,
A uspiciabas
al más desposeído, y para ello
R ecurrías a todas tus amistades, que nunca eran
I ndiferentes ante tu llamado, pues sabían que
A lguna buena causa estabas patrocinando.
I nsistías en el manejo de la pulcritud y el decoro,
S abias muy
bien portar el mejor diseño y
A un así, asesorabas a tus coterráneos al
U sar las
prendas cotidianas de la mejor manera.
R esultaba
imposible visitar tu casa y no ser
A tendido con dedicación y esmero; siempre
A lgún detalle aparecía en el ambiente y
L as tertulias eran interminables y deliciosas.
V arias
veces te confundieron con famosas
A ctrices que por la época llenaban las pantallas.
R eunías tantas cualidades que plasmarlas
E n esta
página sería imposible y podría
Z ozobrar en la escasez con alguna de ellas.
M anifestabas lo que sentías siempre y sin
O pacar al interlocutor, dabas tus opiniones y
N unca entrabas en discusiones de nunca acabar;
T oda la vida fue apasionada del aseo hasta lograr
O btener que
su familia y los suyos, permanecieran
Y lucieran impecables en todo momento. Por
A hora nos queda esperar nuestro próximo encuentro.