S olía levantarse muy temprano para
A brir su negocio y estaba en él hasta la
T arde
cuando regresaba a casa y
U na
vez allí, se empijamaba y acostaba
R utina
diaria, jamás modificada pues
N unca decidió hacer algo diferente e
I ntentarlo para él era un martirio que
N o estaba dispuesto a permitirse si no,
O tro
gallo le hubiese cantado en el horizonte
C ariñosamente le llamaban pacho, solamente
A lgunos
cercanos a él, conocían su verdadero nombre
M ás
sin embargo se desempeñó en la vida
P udiendo
sacar adelante a sus cinco hijos
O rgulloso
de ellos siempre estuvo y
S eguramente, lo estará en donde estés.
G eneralmente
era imposible conocerlo a fondo,
U nas
veces era insoportable y otras adorable
T erco a morir, sus conceptos eran
I nmodificables, no escuchaba razones y
E stuvo
siempre esperando ganarse una lotería
R ecorria
los pueblos en ferias y fiestas, le
R ecuerdo
siempre como un gran señor
E squivo a lo del común de la vida hasta que,
Z arpó
una noche de mayo empezando el siglo.